5 tendencias educativas para 2017

El año 2016 nos deja grandes impulsos educativos, con la impresión de que es necesario adquirir criterio y que no toda novedad resulta buena. La innovación pasa por tiempos en los que la ilusión se renueva y sigue creciendo, pero sin la ingenuidad del inicio y la experimentación desorientada. Es por esto por lo que creo que debemos celebrar las tendencias educativas para 2017, porque vienen precedidas de búsquedas cribadas.

Sirva este artículo no sólo para analizar, sino para discernir conjuntamente qué es lo mejor para los alumnos. En este sentido creo que falta también incorporar a las novedades sobre educación el merecido reconocimiento de las maestras y maestros, profesores que lo llevan a cabo. Sin su aliento, sin su creatividad, sin su búsqueda de soluciones para los problemas reales que enfrentan día a día, o sin su pasión y frikismo, estaríamos todavía en otra edad. Mi más sincero agradecimiento por lo que aprendo de ellos cada día y por lo activos que están en la red, con generosidad.

Gamificación. Se hace extensiva la necesidad de darle una vuelta a la motivación, al empuje que lleva a los alumnos a aprender, y al mismo tiempo aproximar la educación a los contextos en los que se muestran más resolutivos, constantes. Gamificar no es hacer de la educación un juego, sino incorporar las claves del juego en el proceso de aprendizaje usando diferentes recursos: juegos de mesa, juegos de ordenador, estrategias de motivación para el aula, entornos de aprendizaje con objetivos, colaboración entre alumnos, premios… Para saber más puedes consultar este otro post.
ProfeTubers. Cada vez más profesores se lanzan al universo de YouTube, por distintas razones, y graban allí sus vídeos y contenidos. Se están creando auténticas comunidades de aprendizaje digitales en torno a estos megaprofesores, cuyo alcance y relevancia crece a medida que avanzan las generaciones más jóvenes, tan acostumbradas a buscar todo en esta red. Clases prácticas, contenidos concretos en torno a temas, ejercicios y grabaciones que ponen a disposición del alumno información asequible y contrastada las 24 horas del día. Ya no sólo se usan fuera de clase, sino dentro del mismo aula. No hay que incidir más en ello, pero determinadas asignaturas se prestan con más facilidad que otras para colgar sus clases en esta plataforma.
Aprendizaje móvil. Se refiere al uso de dispositivos en el aula y fuera de ella, para el aprendizaje. De modo que el espacio puede configurarse de otro modo, dando más flexibilidad y movilidad al alumno. Aunque los centros todavía no disponen de esos espacios abiertos y estructurados para que cada uno encuentre su lugar, considero que se va ganando en conciencia sobre la necesidad de repensar las aulas y la distribución de los alumnos en la misma. Ya no es extraño ver agrupaciones flexibles, intercambio de alumnos y un cierto movimiento dentro de la clase. Pero esto seguirá avanzando en función de la tecnología. La posibilidad es real: el alumno aprendiendo en cualquier lugar, con la clase a cuestas a medida que llegan las nuevas herramientas digitales.
Realidad aumentada. Ya hablamos en este blog de las posibilidades cercanas que hoy se presentan al mundo educativo, y cómo llevarlas a cabo. En 2016 las gafas de Facebook y sus predicciones han hecho que muchos se lancen a experimentar con éxito. Todavía puede ser costoso, en cuanto al esfuerzo, pero no por las herramientas que se requieren en estos momentos. Cuando hablamos de este tipo de aprendizaje enriquecido nos vemos inmersos en mundos nuevos, en los que se puede ver, manipular, experimentar con contenidos virtuales de forma directa. Todo un universo para la historia, la aproximación a la naturaleza y la ciencia, para contemplar de otro modo el arte. Sin lugar a dudas llega con fuerza y se quedará por mucho tiempo.
Cooperación más allá del aula. La cooperación educativa incrementa su presencia. Casi en todos los centros, especialmente de Primaria, ya ha ganado su lugar específico. Proyectos en colaboración, aprendizaje cooperativo o colaborativo, con sus múltiples técnicas, se implementan cada día con mayor acierto ajustándose a las necesidades de los alumnos. Un paso más allá, muy posible gracias al Networking está el aprendizaje colaborativo entre alumnos de diferentes lugares del mundo. ¿Imaginas alumnos de distintos continentes trabajando conjuntamente en lo mismo, aprendiendo con claves comunes, e incluso gestionados por los mismos chavales? ¡Pues ya es posible! Sólo hace falta un poco de ingenio, una buena idea. Los entornos de aprendizaje se crearán, cada día más, fuera del aula.

Hablar de tendencias educativas también requiere dos reflexiones más, que considero actualmente imprescindibles para el buen discernimiento del que hablaba antes. Primero, sobre qué nos mueve y por qué nos dejamos llevar. Dudo mucho, lamentablemente, de que tanta innovación sea sólo buscada por bien de los alumnos y su crecimiento personal. Algunas veces noto excesiva injerencia de empresas y negocios, que por un lado quieren vender y seguir vendiendo, y por otro usan la escuela como el lugar en el que preparar a bajo coste sus futuros trabajadores. Segundo, que estas tendencias educativas no pueden ser, a mi entender, el único foco que valore la acción del educador en el aula. Dicho de otra manera, como he escrito en otros lugares, educa el claustro entero y no sólo el que llega con nuevos recursos o empuja la escuela al futuro. La educación debe comportarse como una institución prudente, por bien de los alumnos, sin lanzarse atrevidamente a cualquier cosa con la necesidad marketiniana de llamar la atención a cualquier precio.

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